lunes, 2 de mayo de 2011

hay una especie de crítico que no sé cómo es, por francisco sosa


Hay una especie de crítico que no sé cómo es. Tal vez sea como un pájaro que va, vuela, abraza una flor, un techo después, se va, anuncia la tarde y así los libros, bate las alas, redescubre y alienta a volar. O sea como una casa de pájaros, un gran nido donde refugiarse entre palabras duras y llenas de oscuridad. O, si no el nido, una sola de sus ramitas, un crítico con la humildad de una hierba que construye una casa, que sostiene a la par de los demás, dispuesto a hacer y dejar de hacer según la necesidad de quien lo lee. No sé si su frase característica habla del ser social o desde el lugar de donde lee sus libros, y si es así, y vuela, qué maravillosas lecturas nos podría regalar, qué cálida podría ser su bendición de ave. O quizá sea exactamente así, rama, nido, casa y pájaro a la vez, y conmovido por el amor de su unidad con el mundo, ame las obras que su ojo va desandando, porque en definitiva el objeto de su amor es el arte entero. No sé, si ese pájaro viene hasta la ventana de mi cuarto le pediré, antes que nada, disculpas por no saber describirlo. Pero sería bueno decirle que eso no me importa tanto  y sólo quiero que me alumbre, porque todavía no sé volar y aquí abajo apenas, a veces, se ve luz. Él sabe subir bien al centro del cielo, si un día llego hasta allí pondré mis plumas a su lado y con gusto podré decir cómo es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario