jueves, 7 de julio de 2011

leer a meret: reseña de en la pausa I

En la pausa o todo lo que pasa cuando pareciera que nada nos pasa 

por Verónica Madrid

En una de las primeras páginas del libro En la pausa de Diego Meret, ganador del Premio Indio Rico de autobiografía 2008 y editado en 2009 por la editorial Mansalva, puede leerse: “No sé qué es experiencia, pero, y reconozco que no tengo derecho, debe ser algo más que lo que dice Russell, escribí: “puede que la(s) experiencia(s) sean la destrucción de pequeñas certezas”. Entonces ahí fue cuando me vinieron ganas de narrarme, de escribir… o mejor… de develar algunas de las experiencias con las que hasta ahora me he ido cruzado.” 

Justo cuando Meret define a la experiencia como destructora de certezas, “le vienen ganas de develar algunas de sus experiencias de vida”. A partir de esto se puede pensar que no nos va a contar certezas, pero eso no le impedirá narrarse, ya que como sostiene el teórico literario Lejeune, una autobiografía nunca podría ser falsa, porque todas sus imperfecciones o sus artimañas definirían a su autor.

¿Cuáles de esas artimañas utiliza Meret? Precisamente la de no darnos certezas sobre su vida, porque sostiene “…no estoy tan seguro de que haya certezas en la vida de nadie” o “… a veces pienso que no hay anécdota que explique una vida”  
Meret entonces no narra su vida, se narra a sí mismo.  

Pero, si pensamos que Meret quiere narrarse, y al mismo tiempo no narra su vida, podríamos preguntarnos: ¿puede uno narrarse por fuera de la vida, por fuera de lo que pasa? Teniendo en cuenta lo que dice el filósofo Jorge Larrosa en su artículo “Experiencia y pasión”, podríamos decir que sí. En la elección que hace Meret entre todas las experiencias vividas, descubrimos a Meret, ya que la experiencia (entendida en la autobiografía como la vida) es -siguiendo a Larrosa- lo que nos pasa, o lo que nos acontece, o lo que nos llega; no lo que pasa, o lo que acontece, o lo que llega, puesto que cada día pasan muchas cosas pero al mismo tiempo, casi nada nos pasa.

Más adelante, en el mismo texto, Larrosa expresa: “La experiencia, la posibilidad de que algo nos pase, o nos acontezca, o nos llegue, requiere un gesto de interrupción”. ¿Será esa interrupción “la pausa” de Diego Meret?
Según Larrosa la experiencia requiere pararse a pensar, pararse a sentir, suspender la opinión, el automatismo, cultivar el arte del encuentro, darse tiempo y espacio.
Todo eso logra Meret en un libro lleno de reflexiones, sin vértigo, ni prisa, sin grandes hechos, ni destacados sucesos.
Quizás nos está invitando a encontrarnos con nuestra propia experiencia a partir de la lectura de En la pausa. O a parar y mirar las pequeñas cosas que formarán parte de nuestras propias autobiografías.
Quizás, como él mismo dijo en una charla en la Universidad de San Martín “La literatura debe ocuparse de las cosas pequeñas”, entonces, si estamos de acuerdo con Meret, su libro al mismo tiempo que lo narra, "es" literatura.

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